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A que me atrevo contigo…
A que me atrevo a decirte lo que nadie te había dicho. A que me atrevo a escribirte sin contar los adjetivos, a que me atrevo atrevido como poeta maldito, a hacerte el amor con ritos que te roben la...
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– A que me atrevo contigo… [reseña sobre una prosa a lo cubano]
Esta es la más conocida de mis prosas, desde su publicación el 17 julio 2011 las estadísticas muestran que es leída con más frecuencia que ninguna otra, a razón de 10 veces mínimo un día sobre 4....
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El Dios del Beso.
Por los parajes y rumbos donde me pierde el cariño cuando busco amores buenos, he visto a un cuerpo benéfico saltar por los precipicios y hasta colgarse del cielo. Recuerdo un animal poético como...
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Susurro encendido.
Suelo, dos tragos, cabellos; y a cielo abierto su cuerpo… Llueve a gotas vino tinto sobre las olas del puerto, dulce susurra un bolero. Se estira en la madrugada oliendo a barca, a golondrinas y...
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Sin descanso, sin silla. (Texto, MP3, Video) – maquetas.
Savia plantada en semillas en un jardín lleno de espinas, color, luz y soledad divina. Claroscuro y pesadillas tras las líneas, arena sílice y brizas presentidas. Un pie al talón se acaricia, la suela...
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¡Ni Dios basta!
Hoy me han regalado a Dios con la fe de los mejores, en un pomo de perfume y frente al templo lúgubre donde con versos ven luces. Donde con ruegos y rezos del cielo se caen las nubes que anteceden...
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El día del Sol.
Celeste se le enciende el alma al más bravo de los astros, se ilumina el sol callado y lo muestra con regaños alumbrándonos. Y las llamas del calvario lo queman todo a su paso; y un día entero a su...
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Réquiem por Aladino. [- Ensayo poético-filosófico & existencial]
Los Grandes Seres, son claro está, conocidos en el susodicho gran mundo, pero la mayoría de las veces ellos no pertenecen ni a este, ni al mediano, ni al pequeño. Ni los frecuentan con frecuencia, ya...
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Veintiún siglos más tarde.
Cuentan que detrás de una estrella llegó a este mundo un Profeta, un predicador de vivencias y de doctrinas eternas. Dicen que llegó con ella y que aquel día la tierra se eclipsó tras sus quimeras,...
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El Excelentísimo Señor Disparate.
Me pesa tanto esta egida que ya siento mis brazos tensos y solo deseo cederla a otros que se agoten menos y que para ella tengan sesos. Me duele a diario el cerebro y les confieso que estoy enfermo,...
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― Si lo vieron…
― Cuentan que los ríos al principio no fueron más que arroyuelos, que sus causes medían centímetros y que de entre piedras aún en fuego, brotaron cantaron llenos del agua que del universo,...
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